Las heridas son rencorosas, quedan plácidamente abiertas, dejan ver entrañas, tripas y venas que se mezclan y se revuelcan. Después del dolor real, no se niegan a desaparecer, persisten en el tiempo, son lágrimas tatuadas en los rostros, aire espeso que no se puede respirar.
Y así nos encontramos, tan heridos, tan abiertos los corazones. Y así nos quedamos, tan atontados y aturdidos, tan sin cerrar heridas que de a poco nos abren toda la piel.
Canciones Leídas: Me Quedo Aquí
Hace 11 años
1 comentario:
También se lamen las heridas.
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