viernes, 15 de enero de 2010

Besos


Besos que desmiembran los primeros trozos de piel; que queman en los labios y bajan por el cuello, que se enredan con la nuca y se pelean con las clavículas que salen a defenderse.
Besos que no son más que eso.
Besos, que se desprenden desinteresados de tus labios, que su piel virgen los recibe con inocente ilusión, que no temen en seguir descendiendo aunque no conozcan el resto.
Besos que se retienen en los pechos de la amante, que su sabor vuelve imperceptible el tacto de las manos inquietas que no se cansan de buscar entre las piernas de la mujer que (sólo por hoy) se recuesta entre tus sábanas.
Besos que no son más que eso.
Besos, que se cansan de los pechos y vuelven a los labios, que quieren recorrerla una y otra vez; que se aburren de los labios y se mezclan con las costillas, que son insaciables y se pierden en su ombligo.
Besos de labios que quieren saborear el vientre que aguarda latente; pero que se ven obligados a abandonar el cuerpo porque la amante confundida (hoy) no tiene ganas de amar.

Besos que no podrán ser más que eso; besos.

1 comentario:

Claudel dijo...

hermoso
siempre fuerte profunto
amor


lindo verano para ti!