sábado, 25 de octubre de 2008

Algo real

Ahora no puede quejarse, llora y se retuerce por algo real. Pero en ese llanto furtivo de mujer encaprichada, se pregunta si acaso hubiese sido mejor llorar por las ilusiones de papel bosquejadas por tanto tiempo.

Sola en su habitación, se desespera ante la tinta que intenta explotar y manchar el blanco de todas las hojas que esperan contar un sentimiento. Últimamente, le cuesta enfrentarse a las primeras palabras. No sabe como arrancárselas del alma, quizás porque las desconoce o porque no sabe con qué incoherencias puede encontrarse.

Sus acciones resbalan entre sus dedos, se escapan. Se desconoce en las palabras que solía conocer. No se encuentra en ella (mucho menos en él). Desconfía, mira hacia todos lados, sus pensamientos la carcomen, siente a la paranoia cubrirle toda la piel.

Ahora, vestida con canciones tristes, adornando sus cabellos con una falsa satisfacción, se desnuda frente a su conciencia, que es su peor verdugo. Se desnuda y se pregunta si seguir hacia algún lugar o volver el tiempo atrás. Se pregunta si las mentiras que él dice (y la hacen feliz, sólo de a ratos) son verdad. Ahora se pregunta por él, y no puede evitar dejar escapar un par de lágrimas que van a parar directo al suelo.

Él. Tiene los ojos del color de las hojas en primavera; inquietos, mirando siempre hacia todos lados, como buscando a alguien. Sus manos son graciosas y blancas, como todo su cuerpo. Las pecas adornan su piel. Su voz es áspera, da la sensación de romper su garganta mientras habla. Juega a decir la verdad, aunque diga mentiras. Juega a creerse sus mentiras. Y cuando habla, nunca mira a los ojos. Eso la desespera. La mujercita caprichosa no soporta que mientras hable, desvíe la mirada.

Hay otras tantas cosas que comenzaron a molestarle en éstos últimos diez días. Le molesta la tibieza de sus besos, su barba acariciándole el cuello y los hombros. Le molesta el abrazo desesperado, fuertísimo, asfixiante. Le molesta su mano recorriendo su columna femenina, su mentón, sus manos. Le molesta su visita sorpresiva: el timbre, la puerta, la calle, los autos, él y un cigarrillo en mano. Le molesta verlo esperando, saber (o al menos, creer) que espera por ella. También, le molesta su sonrisa contagiosa, sus celos, sus enojos, y tantas otras cosas. Pero sabe que el motivo de su molestia es que terminará cayendo entre sentimientos que comienzan a arraigarse. Sabe que con el paso de los días, va a terminar enredada entre sus mentiras, sus besos tibios y sus abrazos. Sabe que con el paso de las palabras, puede terminar en su cama.

Y ahí se queda, pensando en lo que pasa y en lo que puede pasar; pensando en que pensar, quizás, está demás. Así se queda, condenada a no saber qué será de los días que vendrán; pero mientras tanto, yo me animo a decirle que sonría, aunque con lágrimas en los ojos. Que sonría, porque al fin, llora por algo real.

2 comentarios:

Luis I. Pabón Echeverria dijo...

Bueno, como ya te dejé dicho en el facebook, mucho de lo que escribis realmente me llega. Me separé tras 5 años y dos de convivencia y me siento solo, a 1000 kms. de familia y amigos, estan todos en Corrientes, la verdad es que muchos de los sentimientos que expresas son los que estoy tratando de manejar, pero lamentablemente me manejan a mi.
Nada, queria que sepas que lo que escribis me llega, no se si por el momento o por qué, pero me llega mucho, y no se si te agradezco, pero admiro que puedas expresarte asi, ojalá yo hubiera podido en su momento.

Un beso grande.

Luis

Claudel dijo...

Hace mucho queno leía algo que de recónditamente lejano me es tan propio...
Dios....
"Ahora, vestida con canciones tristes, adornando sus cabellos con una falsa satisfacción,".....

Aparentemente tomó la desición más postergada de los últimos 5 años, aparentemente, bajo una resolución las dudas perecen.
Todavía no sabe que se va en esto, pero al menos ella ya no se va en la duda.
Lo incierto está muy lejos
Una pantalla, el monitor parpadea, de sus párpados lágrimas, del cielo un carnaval.
Una noche: todas las gotas, todo el fin.
No le creas si te dice que ya pasó.


besos y gracias